La hipoxemia se define como una oxigenación tisular inadecuada debida a un flujo sanguíneo o a un contenido arterial de oxígeno insuficientes 1. Esto puede deberse a dos factores principales: en primer lugar, una alteración del intercambio gaseoso causada por la anestesia, que puede durar horas o días en el postoperatorio. En segundo lugar, una anomalía del control de la respiración puede manifestarse por episodios de apnea obstructiva más que por una disminución de la frecuencia respiratoria, que puede durar varios días o noches tras la cirugía2.
La hipoxemia postoperatoria es una de las complicaciones más frecuentes tras una intervención quirúrgica, a menudo debida a atelectasia, desequilibrio en la ventilación/perfusión o edema pulmonar. Los estudios informan de un aumento de la mortalidad de hasta el 27 % 3. Los pacientes con hipoxemia postoperatoria pueden enfrentarse a estancias hospitalarias más largas y a una rehabilitación prolongada. También pueden experimentar una cicatrización comprometida de las heridas y otras complicaciones graves como disfunción cerebral, ritmos cardíacos anormales e isquemia cardíaca4.
La comprensión de las causas de la hipoxemia postoperatoria es vital para su prevención y tratamiento. Los diferentes factores contribuyentes pueden clasificarse de la siguiente manera:
Agentes anestésicos: aunque son imprescindibles para la cirugía, los agentes anestésicos pueden deprimir temporalmente la función respiratoria. Esto puede provocar una respiración superficial, hipoventilación o incluso apnea durante el postoperatorio inmediato.
Analgésicos: los analgésicos opiáceos se utilizan con frecuencia para el tratamiento del dolor postoperatorio. Sin embargo, estos medicamentos pueden suprimir el impulso respiratorio y provocar hipoventilación, sobre todo cuando se administran en dosis elevadas.
Duración de la cirugía y posición del paciente: la posición del paciente durante la cirugía es un factor fundamental de los cuidados perioperatorios. Algunas posiciones pueden comprimir el tejido pulmonar, lo que reduce la ventilación y perjudica el intercambio de oxígeno. La duración de la cirugía también puede aumentar el riesgo de hipoxemia.
Zona de la cirugía: las cirugías que afectan al tórax o al abdomen pueden afectar significativamente a la mecánica respiratoria debido a su proximidad al diafragma. Los pacientes sometidos a estos procedimientos son más susceptibles a la hipoxemia postoperatoria5. En un estudio de Fernández-Bustamante (2017)6 se informó de que un 19,6 % de las personas sometidas a procedimientos abdominales, ortopédicos y neurológicos requirió oxigenoterapia prolongada y un 17,1 % desarrolló atelectasia. Estas personas también tuvieron un número significativamente mayor de ingresos en la UCI, una estancia más larga en la UCI y/o en el hospital y una mortalidad precoz más elevada.
Condiciones comórbidas: los pacientes con afecciones pulmonares preexistentes, como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), y los que padecen enfermedades cardiovasculares corren un mayor riesgo de sufrir hipoxemia postoperatoria. Los riesgos son similares para las personas con obesidad mórbida (con un IMC >30 kg/m).7
Factores relacionados con la edad: los ancianos experimentan a menudo un declive de la función pulmonar, lo que les hace más susceptibles a la hipoxemia postoperatoria. Su menor capacidad para compensar los cambios de oxigenación puede agravar la afección.5
Actualmente existen varias interfaces para administrar oxígeno en el postoperatorio, como una simple mascarilla facial o una cánula nasal de bajo flujo. En los últimos años se ha utilizado cada vez más la administración de oxígeno mediante cánula nasal de alto flujo (HFNC) o presión positiva continua en las vías respiratorias (CPAP), como comentamos en nuestro blog de junio, donde destacamos el trabajo del doctor Jubil Thomas, anestesista especialista del Hospital Nuestra Señora de Lourdes de Drogheda (Irlanda). En nuestro Inspire Blog también hemos tratado anteriormente en detalle los beneficios de los gases de calefacción y humidificación en el entorno perioperatorio.
La HFOT puede suministrar flujos de hasta 80 L/min para lograr fracciones de oxígeno de hasta el 100 %, posibles en incrementos individuales con el AquaVENT® FD140i. Estos flujos elevados permiten a los clínicos satisfacer o superar la demanda respiratoria del paciente y proporcionar una Fi02 constante, reduciendo así el trabajo respiratorio8. También hay algunas pruebas que demuestran un grado variable de presión positiva al final de la espiración (PEEP)9. Todas ellos pueden mejorar la oxigenación de los pacientes hipóxicos, dadas las mejoras en la comodidad del paciente, la disnea, la frecuencia respiratoria y el intercambio gaseosos10. La oxigenoterapia también puede ayudar a la cicatrización de las heridas en el periodo postoperatorio, tal y como recomienda la Organización Mundial de la Salud.11
En el contexto de los pacientes de alto riesgo sometidos a una cirugía cardiotorácica, el uso de la oxigenoterapia de alto flujo (HFOT) en el postoperatorio ha resultado prometedor. Esta terapia se asocia a una reducción significativa de la reintubación y de la necesidad de intensificar la asistencia respiratoria en comparación con la oxigenoterapia convencional.4 Rochwerg et al. realizaron una revisión sistemática y un metaanálisis, y sus resultados indicaron un menor riesgo de intubación entre las personas tratadas con HFOT en comparación con las que recibían oxigenoterapia tradicional.
Por el contrario, la CPAP proporciona un suministro continuo de presión a las vías respiratorias durante toda la inspiración y la espiración. Esta puede suministrarse a través de una mascarilla o un casco. La CPAP se utiliza cada vez más en el postoperatorio para prevenir complicaciones respiratorias como la atelectasia y aumentar la capacidad residual funcional, mejorar el reclutamiento alveolar y reducir el trabajo respiratorio, lo que a su vez aumenta la oxigenación.12 La aplicación de CPAP tras la cirugía aumenta los niveles de oxígeno y reduce el riesgo de reintubación postoperatoria y ventilación mecánica. Además, la CPAP disminuye la frecuencia de los episodios de apnea y desaturación de oxígeno asociados en el postoperatorio.12
La hipoxemia postoperatoria representa un reto en el cuidado postoperatorio del paciente, que requiere un enfoque polifacético. La hipoxemia, a menudo resultado de alteraciones del intercambio gaseoso y anomalías en el control de la respiración, puede dar lugar a complicaciones graves, como estancias hospitalarias prolongadas e incluso mortalidad. Varios factores contribuyen a su aparición, por lo que su tratamiento eficaz y las opciones de oxigenoterapia son cruciales.
Las terapias con oxígeno, como la HFOT y la CPAP, han ganado protagonismo al mostrar una mejora de la oxigenación y reducir el riesgo de reintubación. Estas terapias también están reconocidas por su potencial para mejorar la comodidad del paciente y facilitar la cicatrización de las heridas.
En última instancia, la elección de la oxigenoterapia en el periodo postoperatorio debe adaptarse a las necesidades específicas del paciente, teniendo en cuenta los factores de riesgo y las características individuales. Estos avances en las técnicas de oxigenoterapia significan un cambio positivo hacia una mejor atención postoperatoria, en particular para los pacientes de alto riesgo, mejorando los resultados médicos y la calidad de la atención.
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